Para Lucía Ramallo Sarlo

Lucía estudiaba Diseño gráfico en la FADU. No cursé más de un materia con ella, pero si mantuve contacto entre pasillos, algún que otro pucho de por medio y un par de veces me la crucé en Santa Fe y Rodríguez Peña, donde vivía acá en Capital, ya que su familia es de La Plata. La invite a mi cumpleaños una vez pero no pudo venir, me avisó que no iba a venir, algo que no es muy común hoy en día. Otra vez la vi en la cancha de Estudiantes, en la popular de Racing, ella no era de La Academia, era del Ciclón, pero había ido a acompañar una amiga ese día, como quien llama por aventura  a todo lo contrario a la pasividad y quedarse en la casa. Ese mismo aire de aventurera la debe haber haber llevado a pasear por Bolivia y Perú, a evitar la monotonía de un verano en la costa. A buscar historias y gente para tener cosas nuevas para contar. 

Otra vez me mandó un mail con un proyecto que estaba encarando, sobre bolsas de tela con diseño, para evitar la contaminación de las bolsas descartables. No me anime a felicitarla por el microemprendimiento, especulé, dije que después lo iba a hacer, y me quede con las ganas. El proyecto se llama i love totebag.

Era muy linda, y casi siempre que la vi estaba elegante y sonriente. Se nos fue, tal vez porque el mundo le quedaba chico o como dice el indio solario, se fue de lo linda que era.