Aportes para el debate sobre el CEADIG


El cuatrimestre pasado fue de inacción, chatura. Pero algo se iba tramando en las sombras...
En esta mitad del año la dinámica de la Facultad fue increíble: las autoridades se lanzaron a legitimar su voluntad de acreditar Arquitectura a la CONEAU y para eso realizaron plebiscitos a docentes, graduados y estudiantes (de arquitectura únicamente, y dejando afuera a las y los docentes no nombrados o no concursados). Desde el movimiento estudiantil en lucha en defensa de la educación pública, realizamos acciones para difundir este intento de las autoridades de devaluar carreras. Objetivo en el que confluían radicales y kirchneristas, cuyas agrupaciones estudiantiles se mantuvieron ocultas durante todo este período.
Sin embargo, a pesar de la gran vocación de lucha, del espíritu genuino de difundir información, no nos encontramos en el mejor de los escenarios: gran parte del estudiantado de FADU ve este tema con preocupación pero no participa de la lucha. ¿Qué destino le espera a una pelea que solo cuenta con un apoyo “delegativo”?
Volvemos a encontrarnos ene el momento electoral del CEADIG, y también ahora queremos debatir con las organizaciones que participan de esta lucha. Hemos discutido y presentado nuestras posiciones en asambleas, pasillos, y en esos boletines que sacamos: Sin una voluntad de apertura, el CEADIG no va a contar con fuerzas para ganar esta lucha. Esa voluntad de apertura no puede ser testimonial. No basta con “pasar por los cursos”. Hay que proponerles a las y los compañeros una convocatoria. Tampoco basta con proclamar el llamado a una asamblea. Hay que difundirla (pegar carteles difundiéndola, ¿será demasiado?). No basta con ponerle día. Hay que ponerle horario y cumplirlo.  No basta con que haya un boletín escrito sobre la CONEAU. Hay que generar un espacio que vaya más a fondo en la investigación sobre la LES para orientar la lucha (¿qué resoluciones son las que impulsan la acreditación en la CONEAU? ¿A qué organismo/s hay que presionar? ¿Cuáles son los plazos con los que contamos?).
Podríamos hacer un recuento de amagues, donde se impulsaban en apariencia espacios de organización y luego se los desdibujaba totalmente, pero creemos que con mencionar el tema en general alcanza. En FADU cada cuál sabe quién es quién y qué política estuvo impulsando este cuatrimestre. En la conducción del CEADIG conviven varias fuerzas, algunas de las cuales en ocasiones han coincidido con esta voluntad de apertura. Sin embargo, es claro el peso de la CEPA en su rol de dirección. Que se conforma con negarse a estas “pequeñeces”, negar su importancia o incluso negar que hayan habido “problemas” en el funcionamiento y convocatoria de los espacios abiertos. Quizás sea porque hay compañeras y compañeros honestos que genuinamente piensan que no fue así. Pero nosotros la visualizamos como la política de la organización a la que pertenecen, más allá de voluntades individuales.
Estás “pequeñeces” que nombrábamos (¡y muchas más!) para nosotrxs son imprescindibles en el camino de sumar más compañeras y compañeros, de generar dinámicas no – expulsivas, de sostener espacios para personas no-militantes (pero que queremos que con el tiempo sí lo hagan, en el CEADIG).
Estuvimos (también estamos y estaremos) en la lucha contra la CONEAU, aún militando cuestiones cuya decisión nos había sido absolutamente ajena. Planteamos nuestras diferencias de la forma más constructiva posible, sin romper asambleas, sin corrernos de la lucha unitaria cuando no estábamos de acuerdo. Seguimos a la Conducción del CEADIG en las pasadas por los cursos, sin reparos a militar los materiales del CEADIG además de los propios.
Fuimos y somos coherentes con un planteo de unidad en la lucha a pesar de las diferencias, que nunca dejamos de plantear. Es esa coherencia la que nos lleva a subir un nivel en la postulación de nuestra propuesta de centro de estudiantes, de forma de organizarnos para ganar nuestras luchas. Aportando una mirada más al camino recorrido.
Queremos insistir en este punto: Una lucha sin compañeras y compañeros es una lucha perdida, y no basta con la justeza del programa.
Tenemos que partir de la realidad de que la FADU se ha convertido en una de las facultades más grandes de la UBA, y pese a que se ganan elecciones no se puede ganar en masividad en la participación. Desde ya que no tenemos una formula mágica ni mucho menos de como revertirlo, pero evidentemente lo que se viene haciendo hasta ahora no alcanza. Hay que generar instancias. Debate. Movilización. Organización. Participación.



La Revuelta Universitaria – Lista 160

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